La devoción a Nuestro Padre Jesús Nazareno ha suscitado siempre en nuestra localidad las más encendidas muestras de fervor, cualquier desviación en su culto fue tomada como grave ofensa, prueba de ello fueron los graves sucesos ocurridos en la mañana del Viernes Santo de 1772 y que tuvieron su continuación en los años siguientes de 1773 y 1774. Pero antes de llegar a ellos expongamos unas premisas para su mejor comprensión.
Para acceder al artículo completo, publicado en el Programa de Feria Real del año 2001, pinchar en el enlace: http://www.box.net/shared/mmgibnss2m