EL SANTERO O ERMITAÑO DE ALHARILLA (PORCUNA)

Desde tiempos que se pierden en la memoria hasta la década de los sesenta del siglo XX, fue norma que en el santuario de Alharilla residiese una familia, encargada del cuidado y decoro de la ermita, así como de su aper­tura y cierre. Esta familia vivía en la casa destinada para los santeros, situada en la parte frontal del patio, actual salón de la cofradía, donde también exis­tía la casa para el capellán. 

La última familia que ejerció este cometido hasta los años indicados fue la formada por Manuel Mar­tínez González y su mujer Dolores Huesa, cuando por imperativos de edad se tras­ladaron con sus hijos a vivir al núcleo urbano este cargo quedó desierto sin que desde entonces hayan existido santeros, habiéndose hecho cargo de las llaves algunas personas que vivían en la aldea, primero fueron Martín y Benita, después Julián y Sacramentos y por último Eligio y Ma­ría. Todos ellos realizaron una labor meritoria digna de todo elogio y consideración.

La existencia de santeros tiene una larga tradición, siendo la primera referencia de 1502 en el que la cofradía entregó al santero la cantidad de diez fanegas de trigo en concepto de sala­rio.

Para acceder al artículo completo publicado ene l Programa de la Romería de Alharilla del año 2004, pinchar en el enlace:

http://www.box.com/s/sf5ske2zvqt76a4iusui

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